lunes, 21 de julio de 2014

Esperando el Shalom





El odio es más fuerte que la voluntad, pues enceguece sin permitir la actuación del raciocinio.


Cuando el fanatismo entra en juego, no existen parámetros que la conciencia pueda controlar.

¿Hasta que punto puede llegar la mente de un terrorista, que tiene insertada sólo una meta, la aniquilación, el exterminio?

Aquí sin duda, la discutida frase, "el fin justifica los medios", prevalece.

No es cuestión de razones demostradas, o ideas discutibles, ni tampoco puntos de vista factibles al diálogo, matar es lo primordial y cuantos más, mejor.


Y el mundo continúa girando, girando, y todo se repite...


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Nota aclaratoria:
Escribo estas líneas, desde mi casa, en la Galilea, Israel, influenciado por la situación reinante y resguardado en un cuarto anti-bombas, construido para tal fin; al igual que todos los habitantes; vivimos entre las sirenas que anuncian las caídas de proyectiles disparados por el Hamás, desde la F. de Gaza.(100 promedio por día)

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Beto Brom




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