A semejanza de luciérnagas perdidas en la penumbra nocturna, aquellas almas errantes, faltas de energía, deambulaban carentes de alguna brújula indicadora del norte perdido.
Incertidumbre convertida en momentos de
desesperación, no hizo hincapié en el monótono reloj del campanario antiguo.
Era uno más de esos días en los que la luz
revelando muestras de cansancio, ya había abandonado las callejuelas, a
semejanza de serpentinas, entre las casonas que conocieron tiempos mejores.
Una amigable neblina comenzó a dilatarse… el ocaso
decía presente, momentos que incitaban a rever sentimientos anclados, vivencias
grabadas, deseos frustrados, sueños sin futuro.
Todo el ambiente suspendido, los minutos se
agolpaban como deseosos de acelerar el advenimiento de la hora prefijada.
La llegada inesperada de apariciones convertían las
sombras en entes de razón.
Imposible quedar ignorado y humilde, como acatando
una orden, en el aire flotaba la consigna a cumplir.
Una inusitada campanada, recordó tiempos lejanos,
quizás remotos.
La masa homogénea reunida frente a la atalaya
medieval, exigía, con su sola presencia, ser acreedora del advenimiento
prometido en las legendarias escrituras.
Un silencio maquiavélico colmó las inquietudes,
aquello ocurría…una vez más se cumplía el veredicto.
El predio, como un campo de batalla abandonado,
quedó como único testigo de lo allí ocurrido.
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*Registrado/Safecreative N° 1710244639513
*Imagen de la Web
*Música de fondo: LISZT / Totentanz
A mi me pareció precioso lo que escribiste
ResponderEliminarContento de recibir tu visita y visto bueno.
EliminarMuy agradecido, amigaza
Abrazotes
...aún ahora existen almas en busca de la Luz! Grato acompañarte .Saludos desde casa. Grayce
ResponderEliminarQue bueno sentir tu compañía, amigaza
EliminarCariños van...