martes, 22 de marzo de 2016

Reincidencia compulsiva





Una y otra vez, a semejanza de los azotes del agitado mar sobre las indefensas rocas, las fechorías de ciertos hombres, aún minoría, castigan a sus semejantes, descargando sobre ellos sus delirios de grandeza, embanderados en una religión que desconoce a quienes se les oponen.

El mundo no sale de su impasse, gira sin ver, sin analizar, como ignorando, con su benevolencia, el mal que dichos terroristas siembran por doquier.

Los cimientos de la humanidad tambalean, todos los esquemas del raciocinio, resquebrajan ante las atrocidades cometidas por aquellos malparidos.

Al igual que un tsunami, el accionar de estos nuevos bárbaros, arrasa con todo lo que significa cordura, historia, moral, respeto...

Imposible quedar inactivos frente a esta pandemia que está cubriendo al planeta todo.

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Beto Brom

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*Registrado/Safecreative N°1603156913737

martes, 1 de diciembre de 2015

Y el mundo continúa rodando...



Uno a uno, silenciosos van pasando
nadie arriesga contarlos
no es ello lo que intriga, sino el porque
las voces dejaron lugar al silencio
las brisas llegan de Oriente
el clamor inquieto dice presente.

Escuchamos sin entender a pesar de conocer el idioma
no obstante huelgan las palabras
el grito perdura cientos de veranos e inviernos
ideas y pensamientos el viento los acogió
las alegrías quedaron en las sombras
el odio y el fanatismo ocuparon la escena.

Distintos actores, idénticos libretos
en el teatro de la humanidad, cada uno con su juego
el escenario poblado de siluetas sin caras
sólo máscaras esconden identidades
escenografía de hecatombe y el telón siempre abierto.

Uno a uno, silenciosos van pasando...

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Beto Brom

*Registrado/Safecreative N°1401099793566

domingo, 1 de noviembre de 2015

Abstracto


Eran uno de esos días que Anibal se levantaba malhumorado, y quizás sería por ello que ya desde que madrugó, casi una hora antes que su despertador, percibió en la obscuridad de su dormitorio que algo en su cabeza no funcionaba bien.  

Sentado en el borde de la cama, no se decidía a levantarse o recostarse nuevamente...optó por echarse y esperar el aviso del marca horas; no obstante, en el instante que su pesada cabeza rozó la almohada, una punzada, como la de un cuchillo, atravesó el cerebro de lado a lado...se le escapó un grito de dolor difícil de evitar...con ambas manos sujetó la cabeza...sintió que en segundos estallaría...trató de encender el velador, y al hacerlo una la luz resultó un rayo que lo encegueció, sintió que sus fuerzas lo abandonaban... 

El turno nocturno estaba por finalizar, escasa media hora para las siete de la mañana; las dos enfermeras de la sala de Terapia Intensiva, estaban dando un último repaso en el puesto de control, acomodando todo para entregar en forma ordenada el servicio al plantel de compañeras que las suplantarían. 


En forma rápida, el conductor y su ayudante, bajaron la camilla de la ambulancia, corrieron a la entrada de Servicio de Urgencias, donde varios enfermeros ya los estaban esperando. 


El Dr. Surrey, novato médico neuro-cirujano, estaba saboreando su primer cafecito de la mañana, después de una noche de guardia, que no alcanzó a pegar un ojo, cuando su celular vibró en su cintura, lo desprendió de su cinturón, lo acercó al oído...Dr, Surrey, tenemos un ACV (ataque cerebrovascular), URGENTE al servicio..., se levantó de golpe y enfiló a las corridas para allí...mientras los parlantes colgados de las paredes emitían el mensaje: Dr, Surrey a Urgencias, Dr, Surrey a Urgencias... 


El intercomunicador en la Unidad TC(Tomografía Computarizada) dejó escuchar:...brrr...brrr.. un ACV en camino, prepararse, avisar al radiálogo.... 

Como era su costumbre, Rúben, el técnico encargado, en ese momento, estaba efectuando la calibración diaria en el aparato, antes de finalizar su guardia; sin dudarlo, abandonó la butaca frente a los mandos, y comenzó a poner lo necesario en la carettilla de servicio, para que al llegar el paciente no se deba perder tiempo, que en tales urgencias podría ser fatal. 

La resolución tomada por los médicos que atendían el caso, fue aprobada por unanimidad: intervención quirúrgica urgente; cada minuto era crucial, una caso típico de Isquemia Cerebral (falla en la irrigación sanguínea en un parte de cerebro), en este preciso caso, un trombo (coágulo) afectaba la parte frontal del cerebro del paciente.


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 Era un día radiante, el sol del comienzo de la primavera, parecería estar ensayando su papel, pues en momentos desaparecía y tardaba unos minutos en reaparecer... 

Silvia, con cierta dificultad, empujaba la silla de ruedas de su querido Anibal,

     -¡Que hermoso día!¿verdad? 


Bien sabía que él, no podría responder, pero según los médicos con el tiempo quizás... 

Eso sí, ellos aseguraban que entendía todo lo que le decían, escuchaba sin problema alguno, su sistema auditivo no fue afectado, y es más, tampoco el sensitivo. Salvo unos casi imperceptibles, movimientos de su mano izquierda, todo el aparato locomotor de su cuerpo padecía, por el momento, de una parálisis. 
Es por ello que todas las tardes, desde ya varios meses, ella llegaba a penas finalizaba su labor como maestra, y se quedaba compartiendo aquellas largas horas hasta la hora de la cena; cuando el tiempo lo permitía, paseaban por el parque del sanatorio de rehabilitación, donde permanecía internado, desde la operación. 

Anibal, aquél día, sentado frente al lago artificial del parque, miraba los pájaros que revoloteaban en el agua. Su amorosa Silvia, lo observaba y sabía que estaba sufriendo, en silencio, como lo venía haciendo ya meses. Tomó sus manos, y esforzándose para no llorar, le dijo ... 


     -Mi amor, no estés triste, también tu saldrás de aquí, recuperado, y podrás sentirte libre como esos pájaros... |



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*Registrado/Safecreative N°1511015590135 
*Imagen de mi autoría

lunes, 26 de octubre de 2015

Resurgir de la tierra




*Registrado/Safecreative N°1509235218147

*Música de fondo: I.Stravinsky / Petrushka

martes, 7 de julio de 2015

Encierros nostálgicos profundos





Escribió sin dejar un instante vacío. Sus instintos marcaban el compás de la desdicha.
Uno a uno, cual soldaditos de plomo, sus amores perdidos se mostraban en el papel, ansiosos de protegerse.
Ana, eterna amada... 
Cris,  la de los ojos...
Isabel, flor de primavera... 
Mirta, la abejita... y...
Quería compartir su dolor, letras fluían a semejanza de caballitos de mar que navegan en las aguas de la incertidumbre, frente a otras especies tan dispares.
Las hojas de su confesión se agolpaban sumisas, en una carrera sin premio determinado.
El cansancio venció al valiente.
La obra estaba terminada.

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*Registrado-Safecreative N°1103318853296
*Imagen ilustrativa de la Web
*Música de fondo: Brahms / Violin Concerto in D Major




lunes, 1 de junio de 2015

Momentos de pensamientos equivocados



   Quizás la mente jugaba conmigo, no alcancé a comprender el significado de su obrar, más la intriga provocó el motivo de tal entretenimiento, a mi criterio fuera de lugar y por consiguiente superfluo. La cuestión, y esto si es palpable y verídico, las ideas se entremezclaron, no concluí ningún concepto completo. En instantes lo acredité a mis alterados nervios.
    Aquello quedó atrás.
   La calma me rodea, no obstante mi cerebro arde, su inquietud activa mi curiosidad.  Aún no concuerda mi razón con mi intención. Todo es un maniobrar en momentos de desesperación, en encontrar una salida que asemeje una cordura aceptable.
   Es inútil. Reconozco mi impotencia. Situación inexplicable, carente de significado alguno. No alcanzo a manifestar mis dudas, es más, todo resulta ilógico, con una cierta muesca de algo fuera de lo común.
   Creo conveniente retroceder en el tiempo, analizar, sacar conclusiones, me atrevo a percibir dificultades, quizás el sistema empleado no sea el correcto. No obstante no tengo muchas posibilidades, el tiempo apremia, necesito con alevosa urgencia llegar al núcleo de mi inequívoca situación.
   No recuerdo el momento o quizás fue un pensamiento errado, de aquellos sin rumbo determinado que hicieron hincapié logrando la colisión.
   Los pensamientos emergen y se diluyen en sentido contrario, mi otrora voluntad, observa anonada el vaivén interrumpido de mis instintos que aun insisten en sobreponerse al caos difícil de evitar.
   No pretendo poner trabas al impulso de mis nervios, considero oportuno ablandar mis fuerzas, imposible sostener una lucha, existe una clara desproporción entre ambas corrientes. No distingo en forma clara cuales son los detalles que motivaron la confrontación. La lucha entablada vislumbra un lógico devenir, los resultados previsibles, consecuencias obvias aparecen por doquier, el miedo tiende su velo gris copando toda la escena.
   ¡El teatro de la vida! eso es, que iluso, estaba ahí, a mi frente, no me percaté, quizás mi conciencia jugó su última carta, logró inducirme a ignorar su presencia. No hay razón distinta, mi otro yo no permite mantenerme en una soledad absoluta, cumple su deber innato de protegerme, evitar la caída.   
   El abismo tiene fondo, pero lejano, inalcanzable, al igual que mi vida, llena de obstáculos, fácil de evitarlos pero imposible ignorarlos.
   Los mil y un personajes, cada uno provisto de su careta propicia, fueron un conglomerado de vidas a cual más dispares; uno a uno logré representar olvidando en cada escenario algo propio, mi ilusión de haber concluido una etapa más, en mi derrotero, en mi paso por este mundo.
   Como broche final a mis actuaciones, creo reconocer a todos ellos, hoy se han reunido para ofrendar sus tributos al gran actor. No vislumbran si quiera, que el error los reunió en esta noche de la Gran Finale.
   Detrás de mi última máscara, una lágrima esforzada ve la posible salida. Mi otro yo, reincide y triunfa.
   Una mancha seca queda como símbolo de una batalla ganada.

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Beto Brom

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*Registrado/Safecreative N°1009157334326
*Imagen ilustrativa de la Web

*Música de fondo: Chopin / Tristesse (Etude op.10)


martes, 26 de mayo de 2015

Comienzo después del final



Los preparativos vislumbran un sensible suspenso frente a las horas libres, carentes de especial importancia.

Tiempo en demasía sin, quizás, un verdadero significado palpable.

Las cosas superfluas, ideas frustradas, intentos fallidos, uno a uno, como soldados de plomo, desfilan en un imaginario evento, como representando épocas pasadas que ya no volverán.

La mente limpia, absorta en sentimientos extraños que como olas, en vendavales, arrasan contra los deseos, transformados en inmensas rocas que el fuerte viento no atina a mover del lugar.

Una única esperanza, capaz de evacuar las dudas: utilizar los minutos como escalera para alcanzar las horas, y en forma pausada, pues nada apremia, completar el ciclo diario de nuestro existir.

Hemos llegado a la recta final, de aquí en más no habrá vencedores ni vencidos.

El sol renace, anuncia un día pleno de emociones y experiencias.

La necesidad nos obliga, sin aplicar excesivo esfuerzo, a fortalecernos para afrontar una labor distinta, con mira al futuro ya tan cercano.
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Beto Brom


*Registrado/Safecreative N°0912245194812
*Música de fondo: Puccini / Nessun Dorma
*imagen ilustrativa de la Web